La gramática de casos es el módulo gramatical que se encarga de estudiar la distribución y el movimiento de los sintagmas nominales. Como teoría de análisis gramatical fue desarrollada a partir 1968 por el lingüista americano Charles J. Fillmore en el contexto de la Gramática transformacional. Según esta teoría, una predicación está constituida por un verbo que es combinado con uno o varios papeles temáticos, tales como el Agente, el Tema o el Instrumental. Estos papeles temáticos toman la forma de sintagmas nominales, y la distribución de estos viene dada por el caso gramatical, que es una propiedad asignada a los SN de manera obligatoria, pues en caso de carecer de ella, la frase resultante no sería gramatical. La labor del caso es pues la de asignar una función gramatical específica a cada sintagma nominal.
En la teoría de Fillmore, el verbo selecciona un cierto número de casos profundos o papeles temáticos que forman su marco casual. Así, el marco casual abastece de información importante sobre la valencia semántica del sintagma verbal, del adjetival y del nominal. Los casos profundos están sometidos a un cierto número de restricciones: por ejemplo, un caso profundo puede aparecer en una frase sólo una vez. Hay unos casos que son obligatorios (argumentos), mientras que otros son facultativos. No está permitido suprimir casos obligatorios; haciendo esto, obtenemos frases gramaticales como: María dio las manzanas ____.
Dentro de un predicado, los elementos que pueden asignar caso son los verbos y las preposiciones, que imponen el caso morfológico adecuado en los sintagmas nominales. A esta relación sintagmática se la denomina reacción. Como puede verse, los casos gramaticales están íntimamente relacionados con los papeles temáticos, sin embargo la noción de caso es de naturaleza sintáctica, mientras la de papel temático es de naturaleza semántica.
Caso estructural:
Abby fears the police.
Abby teme a la policía.
*Fears the police Abby.
Teme a la policía Abby.
En ambos ejemplos la asignación del caso depende de si el sintagma nominal se encuentra en situación de reacción con el elemento asignado de caso: la flexión verbal, el verbo y las preposiciones. En el latín y el alemán la asignación puede apreciarse en la forma fonética, pues se presenta en forma de morfemas anexionados a la raíz. La obligatoriedad posicional de los elementos en el inglés se debe a que los sintagmas nominales deben moverse hasta cierta posición para obtener caso.
Caso inherente
El caso inherente, por su parte, es dependiente de la asignación de papeles temáticos. Generalizando se considera que los casos genitivo, dativo y partitivo son ejemplos de caso inherente. Se considera que el caso es una propiedad idiosincrática del papel temático cuya función cumple el SN en la frase.
El Análisis del Discurso (AD) surgió en los años 1960 y 1970 en varias disciplinas y en varios países al mismo tiempo: la antropología, la lingüística, la filosofía, la poética, la sociología, la psicología cognitiva y social, la historia y las ciencias de la comunicación. El desarrollo del AD fue paralelo y relacionado con la emergencia de otras transdisciplinas, como la semiótica o semiología, la pragmática, la sociolingüística, la psicolingüística y la etnografía de la comunicación. En los últimos años el AD se ha hecho muy importante como aproximación cualitativa en las ciencias humanas y sociales.
Enfoques
Según el enfoque sobre el discurso (como texto, estructura verbal, proceso mental, acción, interacción o conversación) hay muchas líneas en el AD, como la gramática del texto, el análisis de la conversación, la psicología del procesamiento del texto, la psicología discursiva (una dirección inglesa en la psicología social), la estilística, la retórica, el análisis de la argumentación, el análisis de la narración, la teoría de géneros, y mucho más. El análisis crítico del discurso es un enfoque especial que toma posición política y analiza el papel del discurso en la reproducción de la dominación (como abuso de poder), así como en la resistencia contra la dominación.
Métodos
Los métodos del AD son en general cualitativos: descripción detallada de las estructuras y estrategias de los discursos escritos o hablados, en varios niveles: sonidos y estructuras visuales y multimedia, la sintaxis (estructuras formales de las oraciones), la semántica (las estructuras del sentido y de la referencia), la pragmática (los actos de habla, la cortesía, etc.), la interacción y la conversación, los procesos y representaciones mentales de la producción y de la comprensión del discurso, y las relaciones de todas esas estructuras con los contextos sociales, políticas, históricas y culturales.
En ese sentido el AD se distingue del análisis de contenido que es un método más bien cuantitativo de las ciencias sociales que se aplica a grandes cantidades de textos, por ejemplo con una codificación de propiedades observables de los textos. El análisis de contenido por lo tanto no tiene acceso a los sentidos o funciones (no observables) del discurso, y en general es mucho menos detallado que el AD.
Dentro y entre las disciplinas hay muchos tipos o estilos de hacer análisis del discurso:
Analítico lingüístico
Una aproximación, que se podría llamar analítica, tiene su inspiración principal de la lingüística, y es más explícita, sistemática y de escritura en general más accesible que el enfoque filosófico. Aquí se estudia sistemáticamente y en muchos detalles las estructuras del discurso como objeto verbal (texto, argumentación, narración), como los temas, la coherencia local y global, los pronombres, el estilo, etc. Los nombres más destacados en esta línea muy diversa (y de origen sobre todo europeo) son: János Petafi, Wolfgang Dressler, Robert de Beaugrande, Teun A. van Dijk, Ruth Wodak, Talmy Givón, Sandra Thompson, Robert Longacre, Michael Halliday, Jim Martin, John Sinclair, Malcolm Coulthard, Petr Sgall, Frans van Eemeren, y Wallace Chafe.
Análisis de la conversación
Otra línea más bien analítica, que surgió de la micro sociología y la etnometodología, sobre todo en EEUU, enfoca sobre el discurso como interacción, primero en el análisis detallado de las estructuras y estrategias de la conversación cotidiana, y después también las interacciones verbales en las instituciones y organizaciones. Esta línea, que se conoce sobre todo como análisis de la conversación tiene muchas relaciones con la pragmática, la sociolingüística interactiva, en psicología discursiva (dentro de la psicología social) y la línea de la etnografía de la comunicación en antropología. Analistas prominentes de la conversación son, entre otros, Erving Goffman, Harvey Sacks, Emmanuel Schegloff, Gail Jefferson, John Heritage, Paul Drew, Paul ten Have, Charles y Marjorie Goodwin, y Douglas Maynard.
En etnografía y antropología se destacan sobre todo: Dell Hymes, John Gumperz, Elinor Ochs y Sandro Duranti. Y en la pragmática del discurso y de la conversación, Jef Verschueren, Jan Blommaert, y Stephen Levinson. De otra perspectiva también: Deborah Tannen y Deborah Schiffrin. En psicología discursiva: Michael Billig, Jonathan Potter, y Derek Edwards.
Psicología cognitiva-experimental
En la psicología cognitiva, el estudio del discurso es en general experimental (de laboratorio) y enfoca sobre las estrategias y representaciones mentales de la producción, la comprensión, la memorización y la recuperación del discurso o de su información. Explica, por ejemplo, lo que normalmente memorizamos y olvidamos después de leer un texto — o lo que hace la producción o la comprensión más fácil o más difícil. Este enfoque relaciona los procesos de producción o de comprensión con un análisis explícito del rol crucial del conocimiento sociocultural compartido en la comunicación y la interacción. Una de las nociones que se han usado con mucho éxito en esta línea es la noción de modelo mental — una representación en la memoria a largo plazo, sobre la situación o los eventos a que se refiere un discurso. En ese sentido, comprender un discurso quiere decir poder construir un modelo mental del referente del discurso: un fragmento del mundo real o ficcional.
Las figuras más prominentes en esta área son: Walter Kintsch, Teun A. van Dijk, Art Graesser, Mary Ann Gernsbacher, y Tom Trabasso.
Inteligencia artificial-informática Relacionadas con la psicología cognitiva y las ciencias cognitivas en general, pero también con la gramática formal y la lógica, encontramos las líneas de la informática del discurso, como Inteligencia artificial. Aquí se escriben programas que simulan la producción, la comprensión, la traducción, etc. del discurso, y se representan los conocimientos (generales o especializados) que el programa necesita para esos procesos. Unos científicos importantes en esta área son: Bonnie Lynn Webber, Barbara Grosz y Roger Schank.
Análisis crítico del discurso
El Análisis crítico del discurso (ACD) se ubica en cualquier otra aproximación mencionada, pero lo hace desde una perspectiva social, política y crítica, enfocando sobre la manera que el discurso se usa y abusa para establecer, legitimar o ejercer — y resistir — el poder y la dominación. Se interesa sobre todo por el análisis del racismo, del sexismo, el clasismo, y la pobreza, y se relaciona con movimientos sociales, como el feminismo, el pacifismo, el ecologismo, la antiglobalización, etc. El ACD no tiene métodos fijos, sino usa los mejores métodos adecuados en el planteamiento y análisis de los problemas sociales, que son su objetivo principal. Los nombres más conocidos en ACD son: Roger Fowler, Michel Paªcheux, Norman Fairclough, Ruth Wodak, Luisa Martín Rojo, Teun A. van Dijk, Theo van Leeuwen, Gunther Kress y Paul Chilton.
Aplicaciones Todas esas líneas o estilos de AD tienen una dimensión más bien teórica, una dimensión descriptiva e analítica y una dimensión aplicada. Las aplicaciones del AD se encuentran en todas las áreas de la sociedad, como los medios de comunicación (estudio de los efectos), la educación (como los textos escolares, la interacción en el aula, aprendizaje de las lenguas), la publicidad y la propaganda, la política, y la salud (para el análisis de trastornos del lenguaje y de la comunicación).